Ser el coche de seguridad de la Fórmula 1 no es un trabajo para cualquiera. Necesitas una máquina que no solo sea increíblemente rápida para que los monoplazas no se enfríen, sino que también tenga una presencia imponente. Y en eso, Aston Martin son los reyes. La marca británica acaba de anunciar que su nuevo y espectacular Aston Martin Vantage S tomará el relevo y se convertirá en el coche de seguridad oficial de la F1, haciendo su debut este mismo fin de semana en el Gran Premio de Holanda.
Y no, no es un simple Vantage con unas pegatinas y unas luces en el techo. Es el Vantage más potente de la historia, una auténtica bestia de circuito disfrazada de Gran Turismo, preparada para liderar a los coches más rápidos del planeta.
Un corazón V8 hecho a mano y cifras de superdeportivo
Bajo el capó de este ángel de la guarda late el corazón de un demonio: un motor V8 biturbo de 4.0 litros, ensamblado a mano, que genera la brutal cifra de 671 caballos de potencia y 800 Nm de par.
Las prestaciones son, sencillamente, de superdeportivo. Aunque evidentemente no puede competir con un F1, es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 3,4 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 325 km/h. Cifras que garantizan que podrá mantener un ritmo lo suficientemente alto para que los neumáticos de los Fórmula 1 no se conviertan en bloques de hielo.
Modificado para la guerra: aerodinámica y tecnología de circuito
Para adaptar esta bestia a las exigencias de la FIA, Aston Martin ha realizado una serie de modificaciones clave. Además de la obligatoria barra de luces de advertencia en el techo, el coche ha recibido un nuevo alerón trasero y un deflector central en el capó para mejorar la carga aerodinámica y el equilibrio a alta velocidad. Esto le permite, según la marca, tomar las curvas más rápido y con un mayor agarre.
Todo ello, por supuesto, pintado en el icónico color «verde podio» del equipo de Fórmula 1 de Aston Martin, asegurando que su presencia en la pista sea inconfundible.
El veredicto del Gurú
La elección del Vantage S como coche de seguridad es una jugada de marketing brillante para Aston Martin. Es la forma perfecta de asociar su marca con la cúspide del automovilismo y de demostrar al mundo la capacidad de rendimiento de su nuevo deportivo.
Es la fusión perfecta de la elegancia británica con la brutalidad de la competición. Y aunque todos los aficionados esperan no tener que verlo demasiado tiempo en pista (porque eso significaría que hay problemas en la carrera), no se puede negar que, cuando tenga que salir, será un auténtico espectáculo. Es, sin duda, el coche de seguridad más bonito y con más clase de toda la parrilla.
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