
Google se ha sacado de la manga una función de navegación digna de ciencia ficción: una guía de carril en tiempo real impulsada por inteligencia artificial, estrenándose nada menos que en el Polestar 4, el SUV eléctrico premium que ya presume de integrar el ecosistema Google Automotive.
Una IA que ve la carretera
La nueva función, llamada «Indicador de carril en tiempo real», utiliza las cámaras del vehículo para analizar las marcas viales directamente sobre el asfalto. Gracias a la potencia de procesamiento del propio coche y a la inteligencia artificial de Google, Maps sabrá en todo momento en qué carril estás y cuándo deberías cambiarte antes de llegar a una salida o un desvío.

En otras palabras: Google Maps ya no solo te dice por dónde ir, sino cómo colocarte en la carretera como un conductor profesional.
Una integración total con Polestar
Esta magia es posible porque el Polestar 4 utiliza una plataforma de software nativa de Google, integrada en su sistema de infoentretenimiento. Eso permite un nivel de comunicación entre vehículo y servicios en la nube que otros fabricantes solo pueden soñar.
La guía de carril no es una simple indicación visual en el mapa: es una asistencia contextual en tiempo real, basada en lo que las cámaras del coche están “viendo” en ese momento. Por ahora, la función solo se estrenará en autopistas de EE. UU. y Suecia, pero Google promete que llegará a más regiones, carreteras y modelos próximamente.

Pero no cantes victoria: el conductor sigue al mando
Ojo, no estamos hablando de conducción autónoma. Google ha dejado claro que el conductor sigue siendo responsable del volante: la IA solo avisa y sugiere el cambio de carril, no lo ejecuta automáticamente. Es, por tanto, un paso más hacia el futuro del coche conectado, pero con los pies en el asfalto.
Google quiere conquistar los salpicaderos
Este movimiento es una clara señal de que Google quiere ir más allá del smartphone: la compañía está expandiendo su ecosistema de inteligencia artificial a los vehículos, transformando el infoentretenimiento en un centro de datos rodante.
Y con Polestar (la marca premium de Volvo) como socio de lujo, la jugada pinta redonda. La batalla del software automotriz ha comenzado, y Google no piensa quedarse atrás. Déjanos tu opinión en los comentarios y únete a la discusión en Instagram, Facebook y YouTube.