
En el sagrado templo de los superdeportivos, hay dogmas que parecían inquebrantables. Uno de ellos era que un Gran Turismo (GT), por definición, debía tener un motor grande y noble, preferiblemente con ocho o doce cilindros. Pues bien, Mercedes-AMG, en un acto de valentía, acaba de coger ese dogma y lo ha hecho saltar por los aires.
Acaban de lanzar oficialmente en China el nuevo Mercedes-AMG GT 50 Coupé. Y bajo su espectacular y largo capó no se esconde un V8. Se esconde el motor M139, el mismo bloque de cuatro cilindros y 2.0 litros que montan coches como el Clase A 45. Es, oficialmente, el primer superdeportivo GT de la historia moderna con un motor de cuatro cilindros. Y su precio es de más de 125.000 euros al cambio.
El motor de 4 cilindros más potente del mundo (gracias a la F1)
Antes de que los puristas quemen la sede de Affalterbach, hay que entender que este no es un cuatro cilindros cualquiera. Es, según AMG, el «motor de producción de cuatro cilindros más potente del mundo». Gracias a la tecnología heredada directamente de la Fórmula 1, este pequeño molinillo está equipado con un turbocompresor eléctrico de gases de escape, el primero de su clase en un coche de producción.

¿Traducción? El turbo lag no existe. La respuesta es instantánea. El resultado son 421 caballos de potencia y 500 Nm de par, cifras que le permiten catapultar a este GT de 0 a 100 km/h en solo 4,6 segundos.

Un GT con todas las letras (menos en el motor)
Salvo por su controvertido corazón, el resto del coche es un AMG pata negra. Mantiene las proporciones clásicas de un GT, con un capó larguísimo y una zaga corta. El interior es un festival de lujo y tecnología, con una configuración de asientos 2+2, cuero Nappa por doquier y un panel de instrumentos totalmente digital con modos de visualización exclusivos de AMG.

El chasis está a la altura, con suspensiones de cinco brazos en ambos ejes fabricadas en aluminio forjado y una transmisión automática de 9 velocidades con un embrague húmedo en lugar del convertidor de par, para una respuesta más rápida y directa.

El veredicto del Gurú: una decisión valiente, pero peligrosa
La decisión de AMG de meter un motor de cuatro cilindros en su icónico GT es, probablemente, una de las más polémicas de su historia. Es una respuesta a las cada vez más estrictas normativas de emisiones, sí. Pero es también una apuesta de un riesgo altísimo.
Por un lado, demuestran una proeza de la ingeniería, extrayendo una potencia específica de más de 200 CV por litro de un motor de producción. Por otro, están desafiando el alma de lo que significa un Gran Turismo, un coche donde el sonido, la suavidad y el par de un motor grande son parte fundamental de la experiencia.

El mercado dictará sentencia. Pero una cosa está clara: AMG ha tenido el valor de romper con la tradición. Y en una industria cada vez más aburrida y predecible, eso, en sí mismo, ya es admirable.
¿Comprarías un superdeportivo GT con un motor de cuatro cilindros? ¿O es una herejía imperdonable? El debate más encendido del mundo del motor está servido. Déjanos tu opinión en los comentarios y únete a la discusión en Instagram, Facebook y YouTube.