
En el exclusivo y a menudo demencial mundo de las subastas de tecnología vintage, hay un santo grial, una pieza que desata la locura entre los coleccionistas más adinerados: el Apple-1. El primer ordenador de Apple, soldado a mano por el propio Steve Wozniak en un garaje de California en 1976. Y este fin de semana, uno de los ejemplares más raros y mejor conservados del planeta ha pulverizado todas las expectativas.
La casa de subastas RR Auctions de Boston ha vendido un Apple-1 completamente funcional, conocido como el «Moore Apple-1», por la estratosférica cifra de 475.000 dólares. Una cifra que ha superado en casi un 60% las estimaciones más optimistas y que demuestra que la nostalgia por los orígenes de Apple es una mina de oro.
Una pieza de museo en funcionamiento
¿Qué hace a este Apple-1 tan especial? No es solo su antigüedad. Se cree que es uno de los únicos nueve ejemplares que todavía existen en su carcasa de madera original de la tienda Byte Shop, de las 50 unidades que se fabricaron aquel año. Y lo más importante: sigue funcionando a la perfección.

La propia casa de subastas publicó un vídeo que probablemente disparó el precio, donde se veía a esta reliquia de casi 50 años ejecutando programas y mostrando en un monitor de tubo la «Demo ASCII del 30º Aniversario de Apple», con imágenes de Jobs y Wozniak.

Un cheque de Steve Jobs, otra locura
El mismo día, en la misma subasta, se vendió otra pieza de la mitología de Apple: un cheque de Apple Computer firmado por Steve Jobs. A pesar de tener un valor estimado de 25.000 dólares, la puja final alcanzó los 46.250 dólares.

El ceredicto del Gurú: el precio de la leyenda
Estas cifras demenciales demuestran que los artefactos de los inicios de Apple han trascendido el mundo de la tecnología para convertirse en objetos de arte, en reliquias de una era que cambió el mundo. No se compra un ordenador, se compra un pedazo de la leyenda de dos genios que empezaron en un garaje y construyeron el mayor imperio tecnológico del planeta.
El Apple-1 no es solo una placa de circuitos. Es el Big Bang de la informática personal. Y por eso, los coleccionistas están dispuestos a pagar casi medio millón de dólares por él. Es el precio de tocar la historia con tus propias manos.

¿Pagarías una fortuna por una pieza de tecnología antigua? ¿Cuál es el gadget retro que más te gustaría tener? El debate sobre la nostalgia tecnológica está servido. Déjanos tu opinión en los comentarios y únete a la discusión en Instagram, Facebook y YouTube.