
Si pensabas que la burbuja de la inteligencia artificial se limitaba al software, te equivocabas. La locura inversora acaba de saltar al mundo físico, al de los robots de carne y hueso (o, mejor dicho, de metal y servomotores). La compañía Figure AI, que está desarrollando uno de los robots humanoides más avanzados del planeta, acaba de cerrar una ronda de financiación de más de mil millones de dólares, elevando su valoración a unos demenciales 39.000 millones de dólares.
Para que entiendas la magnitud de la locura: hace solo un año, la misma compañía estaba valorada en «solo» 2.600 millones de dólares. Su valor se ha multiplicado por 15 en apenas doce meses. Y todo, basado en una promesa.
Una lluvia de dinero de los gigantes tecnológicos
La lista de inversores que han metido su dinero en esta nueva ronda, liderada por Parkway Venture Capital, es un «quién es quién» de Silicon Valley: Nvidia, Salesforce, Intel y Qualcomm han participado. Y se suman a los que ya estaban dentro, como Microsoft, OpenAI y el mismísimo Jeff Bezos.
Todos quieren un trozo del pastel del que, según ellos, será el próximo gran salto tecnológico: los robots humanoides de propósito general.
La promesa: un robot que aprende como un humano
El objetivo de Figure, como ya te hemos ido contando en gurutecno.com
con sus espectaculares demostraciones, es ambicioso. No quieren crear un robot de fábrica que solo sepa hacer una tarea. Quieren crear un humanoide con «funcionalidad general», un robot que pueda razonar y aprender como un humano gracias a los últimos avances en IA.
Como ya vimos, su robot, impulsado por el modelo de IA Helix, ya ha aprendido a doblar toallas o a poner el lavavajillas simplemente observando datos, sin necesidad de reprogramación.
El veredicto del Gurú: una apuesta de fe (y de mucho riesgo)
La valoración de 39.000 millones de dólares de Figure AI es, a día de hoy, un acto de fe. Es una apuesta brutal por una promesa, por una visión de futuro. La compañía, fundada en 2022, todavía no tiene un producto comercial, no genera ingresos significativos y se enfrenta a unos desafíos de ingeniería y de software que son, sencillamente, titánicos.
Los inversores no están comprando un negocio. Están comprando un billete de lotería con el que esperan ganar el premio gordo de la próxima revolución industrial. Es la definición de una burbuja de hype.

Eso no significa que no lo vayan a conseguir. El equipo detrás de Figure es uno de los más potentes del mundo, y sus avances en solo dos años han sido espectaculares. Pero la brecha entre una demo impresionante en un laboratorio y un robot humanoide funcional, seguro y asequible trabajando en nuestras casas o fábricas, sigue siendo un abismo.
¿Crees que los robots humanoides son el futuro o una simple fantasía de Silicon Valley? ¿Vale una empresa que no vende nada 39.000 millones de dólares? El debate está servido. Déjanos tu opinión en los comentarios y únete a la discusión en Instagram, Facebook y YouTube.