
Mientras la mayoría de nosotros nos conformamos con activar el perfil XMP en la BIOS y rezar para que nuestro PC sea estable, hay una élite de «científicos locos» en el mundo del hardware que libran una guerra en los límites de la física. Es la Fórmula 1 del PC: el overclocking extremo, una disciplina donde cada megahercio se lucha como si fuera el último.
El gurú canadiense del overclocking, conocido como «saltycroissant», acaba de grabar su nombre, una vez más, en los libros de historia. Ha conseguido coger un módulo de memoria DDR5 de Corsair y llevarlo hasta la estratosférica velocidad de 12.886 MT/s, estableciendo un nuevo récord mundial y acercándose a una barrera psicológica que parecía imposible.
La receta del récord: nitrógeno líquido y el mejor hardware del planeta
Conseguir estas velocidades no se hace con el ventilador que te vino con la CPU. Se hace con nitrógeno líquido (LN2), enfriando los componentes a temperaturas bajo cero, y con el hardware más exclusivo y potente que el dinero puede comprar. La receta de este récord es una lista de deseos para cualquier entusiasta:
- Procesador: Un Intel Core Ultra 7 265K.
- Placa Base: Una ASRock Z890 Taichi OCF, una placa diseñada específicamente para esta tortura.
- Memoria: Un único módulo de 24 GB de Corsair Vengeance DDR5.

Todo este arsenal se utiliza para un único objetivo: superar el récord anterior y llevar el silicio un paso más allá de lo que sus propios fabricantes creían posible.

La dura realidad: el muro de los 13.000 MT/s
Pero lo más revelador de este nuevo récord no es la cifra en sí, sino lo que cuesta alcanzarla. El propio informe señala que el salto de 12.872 a 12.886 MT/s ha sido mucho más difícil que pasar, por ejemplo, de 11.000 a 12.000. Estamos llegando al límite físico de la tecnología DDR5 actual.

La frecuencia de los récords ha bajado. Antes veíamos uno nuevo casi cada semana. Ahora, han tardado 20 días en superar el anterior. Es la señal de que cada nuevo megahercio es una batalla sangrienta contra las leyes de la física.
¿Por qué es importante esta locura?
¿Sirve para algo en el mundo real tener una memoria a 12.886 MT/s? Absolutamente para nada. Tu PC de gaming no se beneficiaría de forma notable y sería completamente inestable. Pero esa no es la cuestión. El overclocking extremo es el campo de pruebas de la industria. Es donde los fabricantes como Intel, Corsair y ASRock llevan sus componentes al límite para entender dónde están los fallos y cómo mejorar la siguiente generación de productos. La tecnología que se desarrolla en estos laboratorios de nitrógeno líquido es la que acaba, años después, mejorando la estabilidad y el rendimiento de la memoria que tú y yo compramos. Es una competición de prestigio, una guerra por la gloria.
¿Has hecho overclock alguna vez a tus componentes? ¿Crees que estas competiciones extremas son útiles para la industria? El debate sobre los límites del hardware está al rojo vivo. Déjanos tu opinión en los comentarios y únete a la discusión en Instagram, Facebook y YouTube.