
Justo cuando creías que la guerra de la IA no podía ser más intensa, los dos egos más grandes de Silicon Valley, Sam Altman y Elon Musk, han decidido llevar su rivalidad al último campo de batalla posible: el interior de tu cráneo. Después de lanzado GPT-5, Sam Altman ha confirmado que OpenAI financiará una startup para desarrollar chips cerebrales y competir directamente con Neuralink, la polémica empresa de Musk.
En una entrevista con The Verge, Altman lo dejó claro: «Creo que las interfaces neuronales son ideas geniales para explorar. Me gustaría poder pensar algo y que ChatGPT responda a ello«. No es una simple idea. Según el Financial Times, OpenAI y el propio Altman van a inyectar cientos de millones en una nueva empresa llamada Merge Labs, de la que Altman será cofundador. La guerra por el cerebro humano ha comenzado.
Merge Labs: la fusión del hombre y la máquina
Merge Labs no es un proyecto improvisado. Es la culminación de una idea que Altman lleva años madurando. En una publicación de su blog de 2017 titulada «The Merge» (La Fusión), ya profetizaba que la fusión entre humanos y máquinas era inevitable. «La IA sobrehumana va a suceder, la mejora genética va a suceder y las interfaces cerebro-máquina van a suceder«, escribió.

Para Altman, esta fusión no es una opción, es una cuestión de supervivencia. Cree que en un futuro dominado por IAs superinteligentes, la única forma de que la humanidad no se convierta en una mascota de las máquinas es fusionándose con ellas. «Si dos especies diferentes quieren lo mismo y solo una puede tenerlo, en este caso, ser la especie dominante en el planeta, van a tener conflicto», afirmó.
ChatGPT como sistema operativo de tu cerebro
Mientras que el Neuralink de Musk se ha centrado hasta ahora en la transmisión de datos neurales brutos para controlar un cursor, la visión de Altman es diferente. Quiere que ChatGPT sea el sistema operativo de esa conexión. «Me gustaría poder pensar algo y que ChatGPT responda a ello«.
Imagina las posibilidades: pensar una pregunta y obtener una respuesta instantánea de GPT-5, componer un correo electrónico con solo desearlo, o incluso acceder a tus propios recuerdos a través de una interfaz de IA. Es una visión tan espectacular como aterradora.
Una batalla cuesta arriba
Pero el camino no será fácil. Altman entra en una carrera en la que Musk le lleva años de ventaja. Neuralink ya ha demostrado que su tecnología funciona en humanos. Su primer paciente, Noland Arbaugh, un hombre tetrapléjico, ya puede controlar su ordenador, jugar a videojuegos y navegar por internet con la mente. Y Musk, en su estilo habitual, ya ha prometido tener 22.000 pacientes con el implante para 2030.

OpenAI y Merge Labs empiezan desde cero, con la necesidad de recaudar cientos de millones de dólares y, lo que es más difícil, de pasar por el infierno de las regulaciones médicas. Sin embargo, tienen un as en la manga que Neuralink no tiene: el software de IA más avanzado del planeta, GPT-5, listo para ser conectado a su futuro hardware.
La batalla por el futuro de la humanidad se librará en el campo de la neurotecnología. Y los dos generales al mando de los ejércitos son, cómo no, los dos hombres que ya están definiendo nuestro presente.
¿Te implantarías un chip cerebral de OpenAI o de Neuralink? ¿Es esta fusión con la IA el siguiente paso de la evolución o el principio del fin? El debate más importante de nuestra era está servido. Déjanos tu opinión en los comentarios y únete a la discusión en Instagram, Facebook y YouTube.