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La INMENSA hipocresía de Elon Musk: su empresa SpaceX no paga impuestos federales (gracias a una ley de Trump)

agosto 16, 2025

Elon Musk, el hombre que pide recortar el gasto federal y critica al gobierno desde su atalaya en la red social X, tiene un pequeño secreto sucio. Su otra gran compañía, la joya de la corona de la exploración espacial, SpaceX, probablemente no ha pagado casi ningún impuesto federal sobre la renta desde que se fundó en 2002. Y lo que es peor, puede que no tenga que pagarlos nunca.

Así lo desvela una investigación demoledora del New York Times, que ha tenido acceso a documentos internos de la compañía. La historia es un manual de cómo los multimillonarios usan el sistema a su favor mientras critican a ese mismo sistema.

La máquina de perder dinero (para no pagar impuestos)

La estrategia de SpaceX, según los documentos, es una genialidad contable. La compañía ha acumulado la friolera de 5.400 millones de dólares en pérdidas fiscales. Y aquí viene la magia. Gracias a una reforma fiscal implementada por Donald Trump en 2017, se eliminó el límite de 20 años para usar esas pérdidas. Ahora, las empresas pueden usar sus pérdidas pasadas para compensar sus beneficios futuros de forma indefinida.

Traducción para mortales: SpaceX tiene un «cheque regalo» de 5.400 millones de dólares para borrar de un plumazo sus futuros beneficios y no pagar impuestos federales. Es una jugada completamente legal, pero moralmente cuestionable.

El libertario que vive del dinero público

Y aquí es donde la historia se vuelve una comedia negra. Mientras Musk se queja del «gasto federal», su compañía, SpaceX, es uno de los mayores contratistas del gobierno de Estados Unidos. Recibe miles de millones de dólares de la NASA y del Departamento de Defensa para lanzar sus satélites y astronautas.

Es el círculo perfecto: recibe dinero público para operar, genera beneficios (o no), y luego usa las lagunas fiscales (algunas creadas por sus amigos políticos) para no devolver una parte de ese dinero en forma de impuestos. Y mientras tanto, su valoración como empresa privada se dispara por encima de los 350.000 millones de dólares.

Una estrategia de manual

El New York Times señala que SpaceX sí ha pagado algunas migajas en impuestos estatales o a gobiernos extranjeros, pero el gran pastel, el impuesto federal de sociedades, se queda a cero. Es una estrategia que perfeccionaron otras grandes tecnológicas como Amazon durante años: reinvertir cada dólar en crecimiento para generar pérdidas contables y no pagar impuestos, todo ello mientras tu valoración en el mercado se multiplica.

La diferencia es que Musk lo hace mientras se envuelve en la bandera de la libertad individual y critica a los mismos políticos cuyas leyes le permiten no pagar un duro. Es una lección de cómo funciona el poder en el siglo XXI.

¿Es esta una estrategia fiscal inteligente o una hipocresía monumental? ¿Deberían las empresas que reciben miles de millones en contratos públicos estar obligadas a pagar impuestos federales? El debate sobre la ética fiscal de los gigantes tecnológicos está servido. Déjanos tu opinión en los comentarios y únete a la discusión en Instagram, Facebook y YouTube.

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