
Durante décadas, el guion era simple: Microsoft era el imperio. Podían tropezar, podían ser aburridos, pero siempre estaban en la cima, o a un paso de ella. Hoy, el guion ha cambiado. Microsoft ha cruzado la estratosférica barrera de los 4 billones de dólares de capitalización, sí. Es una proeza histórica. Pero lo ha hecho como segundo. Lo ha hecho siguiendo la estela de Nvidia, el nuevo dios del Olimpo tecnológico.
El viejo rey acaba de admitir que hay un nuevo trono, y no es el suyo.
Una explosión a base de nube y billetes
Las acciones de Microsoft abrieron con un alza del 8% para tocar este hito, llegando a valer en algún momento 4,1 billones. ¿Y cómo ha llegado hasta aquí? No ha sido vendiendo licencias de Windows ni suscripciones a Office. Ha sido gracias a su arma secreta, su bestia insaciable y hambrienta de datos: Azure.
El negocio en la nube de Microsoft está creciendo a un ritmo demencial, alimentado por la misma gallina de los huevos de oro que ha coronado a Nvidia: la Inteligencia Artificial.
Pero Satya Nadella y su gente no se conforman. Van a meter 30.000 millones de dólares en gastos de capital en un solo trimestre. ¿Qué significa eso en cristiano? Que están construyendo centros de datos como si no hubiera un mañana. Están comprando tantas GPUs de Nvidia que Jensen Huang probablemente les mande una cesta de Navidad del tamaño de un coche. Microsoft no está compitiendo, está intentando ganar la guerra a base de gastar una cantidad pornográfica de dinero.
Y la máquina de imprimir billetes, de momento, funciona a toda leche:
- Ingresos trimestrales: 76.400 millones de dólares (+18% interanual). Una cifra que hace que el PIB de un país pequeño parezca la calderilla del sofá.
- Beneficio neto: 27.200 millones de dólares (+24% interanual). Más de 27.000 millones de beneficio limpio. Dinero que va directo a la saca después de pagar todo. Una barbaridad.

El veredicto del Gurú: mineros y vendedores de palas
No nos equivoquemos. Microsoft es un monstruo. Su posición con Azure y su simbiosis con OpenAI (los padres de ChatGPT) es una de las alianzas más potentes de la historia de la tecnología. Han jugado sus cartas de forma magistral.
PERO, ya no son los únicos en la cima. La era de la IA ha coronado a un nuevo rey, Nvidia, que es quien fabrica las palas y los picos para esta nueva fiebre del oro. Microsoft es el minero más grande, más rico y con más terreno, sí, pero depende del tipo que vende las herramientas.
La batalla por los 5 billones ya ha comenzado. Y por primera vez en mucho, mucho tiempo, el viejo león de Redmond tiene que mirar hacia arriba para ver a su rival. La guerra va a ser épica.
La pregunta es, ¿podrá la estrategia de fuerza bruta y gasto masivo de Microsoft destronar al monopolio de hardware de Nvidia? ¿O estamos asistiendo a un cambio de guardia definitivo? El debate arde en los comentarios y en nuestras redes. Únete a la guerra de ideas en Instagram, Facebook y en nuestro canal de YouTube.