
Pocas veces tenemos la oportunidad de asomarnos directamente a la mente de un hombre como Elon Musk. En su última gran entrevista en la Escuela de Startups de IA, el CEO de Tesla, SpaceX y X no se ha guardado nada. Ha hablado de sus inicios durmiendo en el suelo de su oficina, de cómo estuvo al borde de la quiebra total, de su obsesión por Marte y, lo más importante, de su visión (y su miedo) sobre el futuro de la Inteligencia Artificial.
La entrevista es un retrato crudo y sin filtros del hombre que para muchos es un genio visionario y para otros un charlatán con un ego desmedido. En Gurú Tecno, hemos destripado sus confesiones para entender la psique del titán tecnológico que, literalmente, quiere dominar el universo para salvarnos de nosotros mismos.
De dormir en el suelo a vender PayPal: los inicios del ‘jefe del infierno’
La historia de Musk es la de una ambición y una capacidad para asumir riesgos que rozan la locura. Relata cómo en 1995, con su primera empresa (Zip2), dormía en un colchón en el suelo de su minúscula oficina y se duchaba en el vestuario de una asociación juvenil porque no podía permitirse un apartamento. Tras vender Zip2 por 300 millones, en lugar de retirarse a una isla, invirtió hasta el último céntimo en su siguiente proyecto, X.com, que acabaría fusionándose para crear el gigante PayPal.
La mayoría de la gente, tras ganar 300 millones, se compraría un yate. Musk se lo jugó todo a una carta para intentar revolucionar la banca online. Esa es la diferencia entre un millonario y un constructor de imperios.
SpaceX y Tesla: al borde de la quiebra total en 2008
La confesión más brutal de la entrevista llega cuando habla de 2008. Tras vender PayPal a eBay por una fortuna, Musk se embarcó en dos proyectos que todo el mundo consideraba un suicidio: SpaceX, para colonizar Marte, y Tesla, para electrificar el transporte.

Relata con crudeza cómo, tras tres lanzamientos fallidos y consecutivos de sus cohetes Falcon 1, SpaceX estaba a punto de morir. Al mismo tiempo, Tesla se ahogaba en problemas de producción y se quedaba sin dinero. En la Navidad de 2008, ambas empresas estaban, literalmente, al borde de la quiebra. La salvación llegó en el último segundo: un contrato de la NASA para SpaceX y una ronda de financiación desesperada para Tesla. Musk se lo jugó todo, y por unas horas, estuvo a punto de perderlo todo.
La filosofía Musk: ‘primeros principios’ y un ego controlado
¿Cómo pasó de la quiebra a dominar la industria aeroespacial y automotriz? Musk lo atribuye a su método de pensamiento: el razonamiento basado en «primeros principios».
- El ejemplo del cohete: En lugar de aceptar que los cohetes son caros, se preguntó: «¿De qué está hecho un cohete? Aleaciones de aluminio, titanio, cobre… ¿Cuánto cuestan esos materiales en el mercado? Un 2% del precio total del cohete». La conclusión era obvia: el problema no eran los materiales, sino los ineficientes procesos de fabricación. Y se dedicó a reinventarlos desde cero, creando cohetes reutilizables que han reventado el mercado.
Además, insiste en la necesidad de «internalizar la responsabilidad y minimizar el ego». Una afirmación irónica viniendo de un hombre con un ego estratosférico, pero que revela su mentalidad de ingeniero: lo que importa es resolver el problema, no quién se lleva el mérito.
El futuro según San Elon: IA, robots humanoides y el miedo al ‘Gran Filtro’
Aquí es donde la entrevista se vuelve más filosófica y, sinceramente, más acojonante. Musk habla del avance exponencial de la IA y de cómo la escasez de datos generados por humanos para entrenarla nos obligará a crear «datos sintéticos», es decir, que las IAs generen datos para entrenar a otras IAs, en un bucle de retroalimentación que podría acelerar la llegada de una superinteligencia.
Su gran obsesión ahora es la combinación de esta IA con la robótica, especialmente con los robots humanoides como Optimus. Y todo esto está ligado a su mayor miedo: la paradoja de Fermi y los «Grandes Filtros».

Musk está obsesionado con la idea de que las civilizaciones inteligentes tienden a autodestruirse antes de poder expandirse por el universo. La IA, para él, es uno de esos posibles ‘Grandes Filtros’. Por eso, su prisa por llegar a Marte no es un capricho; es un plan de contingencia, una ‘copia de seguridad’ para la humanidad por si la cagamos en la Tierra.
Neuralink: la fusión hombre-máquina para no quedarnos atrás
Y si la IA se vuelve superinteligente, ¿qué pasará con nosotros, los simples humanos de carne y hueso? Aquí es donde entra Neuralink. Musk explica que el gran problema de la interacción hombre-máquina es el ancho de banda. Nuestro cerebro piensa a una velocidad altísima, pero la forma de introducir y sacar información (escribiendo con los dedos, hablando) es increíblemente lenta.
Neuralink busca crear una interfaz cerebro-máquina de alta velocidad, un «cordón umbilical» directo a la nube digital que nos permita fusionarnos con la IA y no convertirnos en sus mascotas. Es su solución para que la humanidad siga siendo relevante en la era de la superinteligencia.
Conclusión Gurú Tecno: el mesías aterrador que necesitamos (o no)
La entrevista a Elon Musk es un documento extraordinario. Nos muestra a un hombre que opera en una escala de pensamiento que el resto de los mortales apenas podemos concebir. Piensa en términos de supervivencia de la especie, de filtros cósmicos y de futuros transhumanos.
Es un genio de la ingeniería, un adicto al trabajo y un líder implacable que ha estado al borde del abismo y ha vuelto para contarlo. Pero también es una figura mesiánica, un hombre que se cree el salvador de la humanidad y cuyos proyectos, desde Worldcoin hasta Neuralink, plantean dilemas éticos profundos sobre el control y la privacidad.
Musk es la encarnación perfecta del ‘genio loco’ de la ciencia ficción. Un hombre que quiere salvarnos del apocalipsis, aunque para ello tenga que convertirnos en cyborgs y llevarnos a otro planeta. Da miedo, sí. Pero viendo el panorama actual, quizás un poco de locura genial es justo lo que necesitamos. O quizás es el principio de una tiranía tecnológica como nunca hemos visto. En Gurú Tecno, seguiremos vigilando de cerca al hombre que juega a ser Dios.
¿Qué te parece la visión de futuro de Elon Musk? ¿Es un salvador o un peligro? ¡Te leemos en los comentarios! Y no te olvides de seguir a Gurú Tecno en YouTube, Instagram y Facebook.