El pasado 24 de febrero se celebró en el Dolby Theatre la 91 edición de los premios Óscar.
Green Book se llevó la estatuilla a Mejor Película con la que sumó tres, las mismas que Roma y Black Panther mientras que la que más se llevó fue Bohemian Rhapsody con cuatro.
Atrás quedaron El Vicio del Poder, la Favorita, Ha Nacido una Estrella o First Man cada una con 1 premio. Una gala complaciente llena de concesiones marcada más por la corrección política, el reconocimiento a las minorías latina pero sobre todo negra y su cada vez menos disimulada carga política en vez de los méritos propiamente cinematográficos cosa que ya se veía venir desde que se publicara la lista de nominados.
Siempre he defendido a los Óscars frente a la politización de los premios Goya como ejemplo de una gala más centrada en el cine que en la política. Este año no ha sido así. Ya desde los 15 primeros minutos se pudo ver la tendencia que llevaría: “No. Este año no hay presentador, no se entregarán premios en la publicidad, no hay premio a Mejor Película Popular y Méjico no pagará el muro”. Con estas mordaces palabras comenzaba la gala de la mano de Maya Rudolph, quien junto a Tina Fey y Amy Poehler presentó el primer premio dando ya la primera puntilla política gratuita e innecesaria en una fiesta de cine.
Este primer galardón a Mejor Actriz Secundaria para Regina King ya también apuntaba la tendenciosidad hacia la minoría afroamericana que iba a imperar en la noche.
Este empoderamiento vino también enfatizado por los dos Óscars consecutivos que ganó Black Panther por Mejor Diseño de Vestuario y Mejor Diseño de Producción. Este ensalzamiento al afro americanismo eclipsa otro hito que se ha podido ver en esta gala que es el de que por fin una película de superhéroes es ganadora de Óscars, algo muy celebrado por los fans de este subgénero cinematográfico muy rentable para la industria pero ignorado por la academia hasta ahora. Aunque, como veríamos más adelante en la gala, no es oro todo lo que reluce y por desgracia estos galardones no son por la película sino por la comunidad a la que hace referencia.
Otra de las comunidades protagonistas en esta gala es la latina representada por Roma y Alfonso Cuarón: este subiría hasta en tres ocasiones al escenario siendo la primera como ganador a Mejor Dirección de Fotografía y tras este premio vendría el momento de la otra gran favorita de la noche: Bohemian Rhapsody que acudiría dos veces consecutivas para recoger los galardones a Mejor Edición de Sonido y Mejor Sonido.
Pero este solo fue un paréntesis puesto que el siguiente premio sería el de Mejor Película de habla no inglesa presentado por un Javier Bardem con un discurso reivindicativo totalmente en español: «No hay muros que frenen el talento. Celebramos la importancia del idioma y la cultura de diferentes países”.
A pesar de la sutileza el “no al muro” estaba palpable heredero del famoso “no a la guerra” de la Gala de los Goya 2003. Como era de esperar si seguimos el guion de lo políticamente correcto y los dardos envenenados contra Trump, el premio fue para Roma, siendo la segunda vez que vemos subir a Cuarón al escenario.
Esta es la primera vez que Méjico gana un premio a mejor película de habla no inglesa y fue muy celebrado en aquel país
La gala continúa a toda velocidad. Se nota la ausencia de un presentador en esa agilidad pero también en la falta de humor, frescura, espontaneidad y sorpresas a lo Ellen DeGeneres o Billy Christal. Mejor Montaje se lo llevó Bohemian Rhapsody y primer Óscar para Green Book de la mano de Mahershala Ali como Mejor Actor de Reparto.
Con ello se ratifica la supremacía negra de la gala y al actor como primer afroamericano que gana dos Óscars (el primero fue por Moonlight en la controvertida gala de 2017).
No hay sorpresas en la ganadora a Mejor Película de Animación llevándoselo Spiderman: un Nuevo Universo aunque si supone la reafirmación del hito de premiar una película de superhéroes desbancando a Disney con su novedoso y original tratamiento de la animación. Aunque, viendo el cariz de la gala me suscita una duda: el hecho de que el protagonista del film sea Miles Morales, un joven chico de raíces latinas y afroamericanas… ¿no habrá tenido algo que ver con el premio? Quiero pensar que no.
Disney vería cómo su filiar Pixar se llevaría el premio a Mejor Cortometraje de Animación por Bao. Y Period: end of sentence se alzaría con la estatuilla al Mejor Cortometraje Documental. “No puedo creer que una película sobre la menstruación acabe de ganar un Oscar”, gritó la realizadora Rayka Zehtabchi. ¿Guiño de la academia a otro de los grandes colectivos reivindicadores como es el de las mujeres y el movimiento Me Too? es plausible y licito con este grado de sutileza.
Otro momento muy español y con un componente político soterrado es el de la presencia del cocinero asturiano José Andrés y el cineasta mejicano Diego Luna, con un discurso medio en inglés y medio en español de nuevo reivindicativo a favor de la multiculturalidad y el multilingüismo. Estas palabras toman ese carácter político en tanto en cuanto se sabe que Andrés es un abierto activista contra Trump contra el que tiene litigios abiertos.
Esto cada vez se parece más a los Goya.
En una gala tan abiertamente política este hecho no podía pasar desapercibido.
Estamos a la mitad de la ceremonia. Llegaba el turno de premiar los Mejores Efectos Visuales y aquí la academia vuelve a ser conservadora al premiar First Man dentro de su línea de premiar películas de corte realista dejando sin reconocimiento a la gran favorita Avengers: Infinity Wars o a Ready Player One, ambas mucho más meritorias que la ganadora que no deja de ser una película convencional sobre la llegada del hombre a la Luna. Y la platea se desborda en vítores y aplausos con la emotiva interpretación de Lady Gaga y Bradley Cooper de la canción “shallow”.
Skin arrebató el Óscar a Sorogoyen en Mejor Cortometraje de Ficción mientras que de nuevo la supremacía negra hizo acto de presencia en los premios a mejor guion.
En el caso de Mejor Guion Original recayó para Green Book y Mejor Guion Adaptado para Infiltrados en el Kkklan donde un exultante Spike Lee subió al escenario y tras abrazar efusivamente a Samuel L. Jackson acaparó protagonismo sobre sus compañeros pronunciando un incendiario discurso de tres hojas recordando los peores momentos de sus antepasados calificándolo de genocidio… y por supuesto arengando políticamente a la gente cara a las próximas elecciones presidenciales del 2020 para “estar en el lado correcto de la historia” (comentario que el propio Trump no tardó en contestar al día siguiente diciendo que su administración ha sido la que más ha hecho por la comunidad afroamericana… esto es lo que pasa cuando la política se mete en la fiesta del cine. Una lástima).
Black Panther ganó su tercer y último Óscar gracias a la Banda Sonora de ritmos tribales compuesta por Ludwig Goransson y Lady Gaga se alzó con la estatuilla a la mejor canción original por shallow.
Único Óscar para Ha Nacido una Estrella. Parece que el cupo de premios a una película musical lo ha cubierto Bohemian Rhapsody ya que El Regreso de Mary Poppins que contaba con 4 nominaciones se fue de vacío
Los premios más esperados también vienen con sorpresas y, como no podía ser de otra forma, reivindicación a la minoría latina y afroamericana incluida. Primeramente se entregó el de Mejor Actor para Rami Malek por su interpretación de Freddie Mercury en Bohemian Rhapsody desbancando a Christian Bale por su inmenso papel en El Vicio Del Poder o a Bradley Cooper por ha nacido una estrella.
La sorpresa vino en la categoría de Mejor Actriz donde Olivia Colman en La Favorita volvió a dejar a Glenn Close como la eterna no minada (y van 8 ya). «Glenn, esto no es lo que yo quería. Eres magnífica. Te quiero«, dijo Colman sobre el escenario, casi pidiendo perdón.
El abrazo de Guillermo del Toro a su compatriota Alfonso Cuarón al alzarse como ganador a Mejor Director viene a realzar de nuevo ese empoderamiento hacia el cine latino y mejicano en particular al suponer este un nuevo hito en la academia de Hollywood al premiar durante 5 años consecutivos a directores mejicanos. Y por si no había quedado claro que esa era la noche del blackpower, la gran ganadora como Mejor Película fue Green Book dejando en silencio a la platea que todos daban por ganadora a Roma.
Tibio reconocimiento también para la plataforma de streaming Netflix que era la gran novedad en esta gala que si bien ha visto recompensada su participación con 3 estatuillas, se le ha escapado el espaldarazo final que hubiera supuesto el Óscar a mejor película para Roma.
Y con esta celebración se pone fin a una gala ágil pero sin el dinamismo y el humor que le hubiera aportado un presentador (estaba previsto que hubiera sido Kevin Hart, pero este declinó la propuesta).
Una celebración demasiado política, demasiado reivindicativa, demasiado encorsetado por la dictadura de lo políticamente correcto y la satisfacción de las minorías étnicas latinas y negra.
Demasiado parecido a los Goya: ambos certámenes han premiado más aspectos políticos o sociales que los puramente cinematográficos que al fin y al cabo es lo que esta fiesta viene a representar.
A pesar de todo nos encontramos ante una gala con un moderado éxito de audiencia ya que, aunque no llegó a los 30 millones de espectadores sí ha supuesto el mejor registro desde los últimos 5 años. Parece que esta fórmula ágil sin presentador politizada y reivindicadora así como políticamente correcta, funciona después de todo.
PALMARÉS
MEJOR PELÍCULA: Green Book.
MEJOR DIRECCIÓN: Alfonso Cuarón por Roma.
MEJOR ACTRIZ PROTAGONISTA: Olivia Colman por La favorita.
MEJOR ACTOR PROTAGONISTA: Rami Malek por Bohemian Rhapsody.
MEJOR ACTRIZ DE REPARTO: Regina King por El blues de Beale Street.
MEJOR ACTOR DE REPARTO: Mahershala Ali por Green Book.
MEJOR GUION ORIGINAL: Nick Vallelonga, Brian Currie & Peter Farrelly por Green Book.
MEJOR GUION ADAPTADO: Charlie Wachtel, David Rabinowitz, Kevin Willmott & Spike Lee por Infiltrado en el KKKlan.
MEJOR FOTOGRAFÍA: Alfonso Cuarón por Roma.
MEJOR MONTAJE: John Ottman por Bohemian Rhapsody.
MEJOR BANDA SONORA ORIGINAL: Ludwig Goransson por Black Panther.
MEJOR CANCIÓN ORIGINAL: Shallow (Lady Gaga, Mark Ronson, Anthony Rossomando & Andrew Wyatt) por Ha nacido una estrella.
MEJOR DISEÑO DE PRODUCCIÓN: Black Panther.
MEJOR MAQUILLAJE Y PELUQUERÍA: El vicio del poder.
MEJOR DISEÑO DE VESTUARIO: Black Panther.
MEJORES EFECTOS VISUALES: First Man.
MEJOR MONTAJE DE SONIDO: Bohemian Rhapsody.
MEJOR MEZCLA DE SONIDO: Bohemian Rhapsody.
MEJOR PELÍCULA DE ANIMACIÓN: Spider-Man: Un nuevo universo (Rodney Rothman, Bob Persichetti & Peter Ramsey).
MEJOR PELÍCULA DOCUMENTAL: Free Solo (Jimmy Chin & Elizabeth Chai Vasarhelyi).
MEJOR PELÍCULA DE HABLA NO INGLESA: Roma (Alfonso Cuarón; México).
MEJOR CORTO DE ACCIÓN REAL: Skin (Guy Nattiv).
MEJOR CORTO DE ANIMACIÓN: Bao (Domee Shi).
MEJOR CORTO DOCUMENTAL: Period. End of Sentence (Rayka Zehtabchi & Melissa Berton).
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