Seguro que te has desesperado en más de una ocasión cuando has querido instalar un nuevo juego en la Xbox One. Esto se debe a que la consola se poner a hacer varias cosas a la vez.
Si tenemos la conexión a Internet e instalamos un nuevo juego, la consola empezará a descargar actualizaciones del juego y a parchear la instalación del mismo según se va avanzando. Esto provoca una ralentización excesiva que puede llegar a ser desesperante, por lo menos para mí…
Pues bien, la solución en bien sencilla, tan solo necesitamos desconectar Xbox One de Internet antes de proceder a la instalación de un juego, sin más. El cambio es abrumador, pasamos de un proceso que se puede extenderse varias horas (con conexión a Internet), a tan solo unos 15 o 20 minutos (sin conexión a Internet). ¡Así de sencillo!
Sabemos que después habrá que actualizar igualmente el juego una vez que se haya instalado, pero al no llevarse ambos procesos a la vez, el procedimiento será mucho más rápido.
Síguenos en Facebook o en Twitter para estar informado de la última hora o si tienes instalado Telegram de nuestro canal oficial para no perderte nada de lo que publicamos.