Los nuevos teléfonos de Google, el Pixel 4 y el 4 XL, ya están en el mercado, y el jueves los expertos del sitio iFixit desarmaron el XL de Google para ver cómo es el dispositivo por dentro.
Aunque buena parte del dispositivo es poco relevante, el desmantelamiento revela lo que Google está haciendo con Soli.
Ese pequeño chip de color verde, al que iFixit se refiere como “rectángulo mágico”, habilita el sistema Motion Sense de control por gestos, y otras funciones basadas en la detección de proximidad.
Lo más impresionante es lo pequeño que es el chip de Soli, que al parecer desconcertó a los expertos de iFixit.
«Aunque la tecnología de radar se usa desde hace mucho tiempo y parece bastante sencilla en el papel», explica el sitio, «no sabemos cómo hizo Google para meter todo el sistema en un pequeño rectángulo sin características que no tiene partes móviles«.
Además del chip Soli, iFixit también encontró un procesador de audio Knowles el cual podría ayudar, según especulaciones, con el impresionante sistema de reconocimiento de voz y que el nuevo núcleo neural del teléfono está colocado «en capas bajo una memoria RAM dedicada de Samsung, lo que significa que debe estar haciendo un trabajo pesado«.
En cuanto a la reparabilidad, el teléfono recibió la misma calificación que el Pixel 3 XL del año pasado: 4/10. iFixit asegura que todas las reparaciones requieren un desmantelamiento completo del teléfono, un proceso que se dificulta con el pegamento usado en el panel trasero, y una dificultad de reparación por debajo del Pixel 3a que obtuvo un 6 sobre 10 y fue valorado por la compañía como uno de los terminales más sencillos de reparar de los últimos años.
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