Humane se fundó en 2018 con Imran Chaudhri y Bethany Bongiorno a la cabeza, pero no creáis que es una startup improvisada y sin apoyo que surge de la nada. Ambos se conocieron mientras trabajaban en Apple, aunque la aportación de cada uno de ellos ha generado ciertas dudas en el entorno de la manzana.
Por un lado Bongiorno, supuestamente desempeñó como directora de ingeniería de software, liderando proyectos de iOS y macOS. Chaudhri, afirma haber participado de la creación del iPod, el iPhone, el iPad, el Apple Watch y distintos modelos de Mac. Pese a lo que aparenta ser un currículum envidiable, los emprendedores no se habrían marchado de Apple de una forma amistosa.
Lo cierto es que ambos cortaron lazos con Apple en 2017 para iniciar su propio camino creciendo bajo Humane, que ha levantado capital por 230 millones de dólares y se ha ganado el apoyo de Sam Altman, CEO de OpenAI, un referente obligado en el sector IT, que lidera el campo de la inteligencia artificial con sólo 38 años y que cuenta con casi dos millones de seguidores en la red social Twitter.
Y en esta ecuación aparece AI Pin, la propuesta de Humane para destronar a los smartphones que todos conocemos. Se trata de un diminuto clip, técnicamente un weareble, que luce como un accesorio para ropa pero que en realidad es un dispositivo inteligente capaz de proyectar interfaces gráficas responsivas sobre cualquier superficie, como la propia mano, superando con ella la dependencia a la pantalla de un teléfono inteligente o tableta.
¿Pero qué es lo que asusta tanto del nuevo dispositivo? ¿Por qué otras tecnológicas miran a este dispositivo con recelo? AI Pin promete acabar con la relación entre teléfonos y personas como la conocíamos hasta ahora por medio de Inteligencia Artificial.
Sam Altman habla sobre Humane Ai Pin y apoya su llegada
Durante más de una década, los teléfonos inteligentes han sido parte medular de las vidas y aunque se han lanzado diferentes dispositivos intentando destronarlos, ninguno había contado con un respaldo tan profundo como AI Pin. Su funcionamiento, por el momento, se basa en GPT-4, pero se espera que se actualice conforme surgen nuevas versiones de la tecnología de OpenAI.
La compañía afirma que el Ai Pin marca “un nuevo comienzo para la tecnología de consumo personal“, al integrar un dispositivo potenciado por IA, sin pantalla y que se basa en comandos conversacionales.
Y en este contexto, Sam Altman lo tiene claro, “creemos en un futuro en el que la IA amplifique el potencial humano y Human comparte esta visión. Estamos orgullosos de asociarnos con ellos para aprovechar la Inteligencia Artificial juntos y redefinir la forma en que interactuamos con la tecnología y el mundo”.
AI Pin promete poner en marcha ideas con las que la industria tecnológica lleva un tiempo coqueteando pero que no terminan de asentarse. Pese a que es probable que se convierta en un producto de moda, su estrategia para reemplazar al móvil no será fácil de llevar a cabo, y es que “esto es mucho mejor que mi teléfono“, lo decidirán finalmente los consumidores.
