Los sensores están por todos lados. Permiten que los automóviles, las bicicletas eléctricas, los teléfonos, los rastreadores de actividad física y los auriculares detecten tu entorno.
Bosch desarrolla y fabrica sensores inteligentes que hacen la vida más cómoda y segura. Y estos sensores son cada vez más eficientes, lo que ayuda a proteger nuestro planeta. Bosch es pionero y líder del mercado en sensores microelectromecánicos (MEMS), unos de los más importantes y ampliamente utilizados en la actualidad. “Comenzamos la producción de sensores MEMS en 1995. En los últimos cinco años, hemos producido tantos como en todos los años anteriores”, dijo Tanja Rückert, miembro del Consejo de Administración de Bosch, en el CES 2023 de Las Vegas. Desde que comenzó a fabricarlos hace 27 años, la compañía tecnológica ha producido más de 18.000 millones de estos sensores. Actualmente, hay un promedio de 22 de ellos instalados en cada automóvil.
Bosch es, hoy en día, el principal fabricante de sensores MEMS (microelectromechanical systems), según Yole Group, empresa de consultoría estratégica e investigación de mercado. La particularidad de estos sensores es que reúnen sistemas de electromecánica miniaturizados al máximo, tanto que pueden integrarse dentro de un chip. Su complejidad es variable y podemos encontrar mecanismos desde mecanismos muy simples a otros tan complejos como un reloj.
Para 2027, se espera que la demanda mundial anual de este tipo de sensores aumente de los 33.500 millones actuales a alrededor de 49.000 millones de unidades. Bosch también quiere participar de este crecimiento y espera, en los próximos años, un aumento significativo de su producción. Rückert enfatizó que la compañía desea seguir siendo líder del mercado y expandir aún más su posición de liderazgo. Para satisfacer la creciente demanda, Bosch está invirtiendo fuertemente en sus fábricas de obleas de Dresde y Reutlingen. En general, la compañía prevé invertir, para 2026, tres mil millones de euros en su negocio de semiconductores y, por lo tanto, también en el desarrollo y fabricación de sensores. Para ello, recurrirá al programa de financiación europeo IPCEI ME («Important Project of Common European Interest on Microelectronics»).
Los sensores salvan vidas y allanan el camino hacia la conectividad
Los sensores están en el corazón de la tecnología moderna y son la columna vertebral del mundo conectado. Hacen que los vehículos sean más seguros, salvan vidas a diario y ayudan a proteger tanto el medio ambiente como la salud. Esto los convierte en una base tecnológica crucial para todas las áreas de negocio de Bosch, y también son el tema principal de la secuela de la campaña digital ‘Sensor tech #LikeABosch’. “Con la ayuda de los sensores, podemos llevar a un nuevo nivel la tecnología que es ‘Innovación para tu vida’. No solo mejoran la calidad de vida de las personas, sino que también reducen la huella medio ambiental de nuestros dispositivos inteligentes cotidianos. Nuestra nueva campaña #LikeABosch ofrece algunos ejemplos sorprendentes de lo que esto significa”, dijo Rückert.
Los sensores MEMS se generalizaron, en primer lugar, en la industria automovilística. Bosch se ha mantenido como uno de los principales fabricantes de sensores para esta industria. Así, ayudan a la navegación del vehículo, controlan los airbags y el ESP, y permiten una amplia gama de funciones de asistencia a la conducción que mejoran la seguridad, comodidad y eficiencia. Para la conducción automatizada en particular, los sensores son indispensables. Son los “ojos” con los que los coches pueden “ver” y comprender su entorno. La amplia gama de sensores de Bosch, radar, lidar, video y ultrasonidos, allanan el camino hacia la conducción automatizada. Pero los sensores MEMS también juegan un papel fundamental en la electrónica de consumo. Por ejemplo, los sensores de presión en los smartphones pueden indicar la altitud con una precisión de unos pocos centímetros. Así, por ejemplo, en caso de una emergencia, esto significa saber rápidamente en qué piso se encuentra una persona en peligro. La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) de EE. UU. estima que los sensores de presión salvan 10.000 vidas al año en este país.
Las nuevas innovaciones de Bosch mejoran la seguridad en las carreteras
En el CES 2023, Bosch presentó varias innovaciones basadas en sensores para la movilidad, incluida la solución complementaria RideCare, ganadora del premio Best of Innovation de la asociación industrial CTA. Según la compañía, RideCare jugará un papel fundamental en mejorar la seguridad de todos los ocupantes de los vehículos conectados y automatizados. La solución de hardware y software conectado consta de una cámara inteligente, un botón SOS inalámbrico y servicios de datos basados en la nube. Los conductores pueden usarla las 24 horas del día si ocurre un accidente u otra situación peligrosa, para comunicarse con Bosch. Si se produce un incidente, el empleado de Bosch puede mirar el interior del vehículo a través de la cámara para evaluar la situación y, si es necesario, solicitar asistencia rápidamente. RideCare se convierte así en un valioso sistema de seguridad conectado, especialmente útil para taxistas y conductores de vehículos compartidos.
La detección de accidentes también promete una mayor seguridad en la carretera: el sistema protege a los ocupantes del vehículo en caso de colisiones laterales que, a menudo, suceden al cambiar de carril o en cruces. Los sensores inteligentes combinados con un nuevo algoritmo de software detectan de forma rápida y fiable el ángulo exacto del impacto en caso de colisión lateral y activan el airbag a tiempo para mitigar las consecuencias del accidente. “Nuestra detección de accidentes es un gran ejemplo de cómo usamos el software para sacar más provecho del hardware existente. Esto crea un apreciable beneficio adicional en el transporte por carretera”, dijo Mike Mansuetti, presidente de Bosch en Norteamérica, en el CES de Las Vegas.
Los sensores cuánticos ofrecen un gran potencial
Bosch también es pionera en el desarrollo de nuevos campos de sensores: los sensores cuánticos, que serán una de las áreas emergentes en innovación en los próximos años. Pronto podrían permitir mediciones 1.000 veces más precisas que las de los sensores MEMS actuales. Esto permitiría, por ejemplo, un diagnóstico más fácil y preciso de enfermedades neurológicas.
El año pasado, Bosch fundó su propia startup para impulsar la comercialización de estos sensores y desarrollar el mercado. Como empresa tecnológica ampliamente diversificada, Bosch está avanzando en el desarrollo de tecnologías prometedoras en muchos campos y posicionándose para el futuro: “En los próximos tres años, invertiremos 10.000 millones de euros en la transformación digital de Bosch. Nuestra actual plantilla de 40.000 ingenieros de software también crecerá«, dijo Rückert.
La sostenibilidad está impulsando el progreso tecnológico
La acción climática y la sostenibilidad son las principales prioridades para Bosch. “Para el futuro de nuestro planeta, es esencial que todos nos comprometamos a vivir vidas cada vez más eficientes desde el punto de vista energético. Al mismo tiempo, el cambio climático está impulsando el progreso tecnológico en nuestra empresa, incluso en sensores”, dijo Rückert.
En el CES, Bosch presentó la próxima generación de sensores MEMS, que son más precisos, robustos y eficientes energéticamente que los modelos anteriores. El sensor inercial BHI360/BHI380 programable y habilitado para AI (Inteligencia Artificial) que se adapta a los movimientos individuales del usuario cuando se instala en rastreadores de actividad física, tiene la mitad de tamaño y consume la mitad de energía que su predecesor.
Lo mismo se aplica al nuevo sensor de partículas BMV080 que mide la concentración de partículas y la contaminación en el aire, que es hasta 450 veces más pequeño que los productos actualmente en el mercado. Por su parte, el sensor de presión barométrica BMP585, que mide un cambio de altitud de unos pocos centímetros y, por lo tanto, puede detectar pull-ups o push-ups individuales, requiere un 85 por ciento menos de energía y ha multiplicado por tres su robustez en comparación con la generación anterior.